Un día nos encomendaste en las manos de un hombre que no se planteaba llevar las riendas de un país, alguien que seguramente contaba, como todos, con tu recuperación, no existía la posibilidad de dejarte de ver comandando esta tropa, pero eso ocurrió, y ese mismo hombre al que nos encomendaste salió al paso y asumió su papel histórico.
Luego vinieron las críticas, las comparaciones, y ante la duda siempre me repetía, ¿Crees en Chávez, en su criterio, en su capacidad de análisis y su visión?, a lo que siempre respondía que si, por supuesto, entonces parada firme frente a mí misma o frente a quien fuera decía, no dudes entonces, Chávez dijo Nicolás, no dijo Pedro ni dijo Juan, yo escuche claramente que él dijo Nicolás, ante esa realidad recordando tus palabras aquel 8 de diciembre, imaginaba lo difícil que pudo ser esa decisión, estudiarla, pensarla, y finalmente tomarla.
Decidí entonces no creer en críticas que a destiempo se venden de "buena fe", tampoco creo en paralelismos, ni en subestructuras que nieguen la voz de mando del camarada Nicolás, siento que este es el momento de entender que el comandante nos pidió no solo votar por Nicolás, sino además nos llamó a no dejarlo solo, a no dejarle el peso de la carreta a él solo, a hacer nuestra parte del trabajo, a asumir nuestra parte de la historia.
Si es verdad que todos somos Chávez, seamos Chávez esta vez y confiemos en la capacidad del camarada Nicolás, dejemos de compararlo, enjuiciarlo y de sancionarlo, que para eso tenemos a la derecha, critiquemos sí, pero accionemos y propongamos a la vez, definamos si seremos espectadores o actores en esta película, avancemos, luchemos y venzamos, solo así podremos tener la patria por la que lucho Bolívar, Chávez y todos los camaradas que lo dieron todo para abrir los caminos.
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