Nosotros A juro

Desprovistos de las vanidades cotidianas de nuestra normalidad del día a día, confrontados en nuestro orgullo, acabando con los altares que nos encargamos de construirle al limitado poder que tenemos sobre algunas cosas, vidas, situaciones; demostrado hoy más que nunca, es limitado al fin.

Entendiendo el amor sin orgullo, sin los brillantes adornos que nos acostumbramos a ponerle, en estado puro y verdadero, comprendiendo la belleza de lo cotidiano, del reír, del estar.

 Así nos toma ésta contingencia, evidenciando los insignificantes y débiles que podemos llegar a ser como existencia, mostrándonos además, que somos solo una parte de la creación, curiosamente, la parte que estaba acabando con otras partes.

 Reflexivos a juro, obedientes en contra (en muchos casos), mirando de cerca nuestra necesidad de otros, anhelando los abrazos que muchas veces mezquinamente nos negamos, los besos sinceros que hoy nos nacen del corazón. 

Estamos, y hoy para seguir estando es más importante que nunca pensar y entender el verdadero valor de un nosotros, del pensar en el otro en cada acción, del nosotros desde iguales, del nosotros que comparte, del que nunca más será igual cuando todo pase.